¡Bienvenido! en este blog podrás conocer más sobre la Directora General de Educación Alternativa"Un Vistazo"
EL VIAJERO, EL AHUEHUETE & EL VIEJO LAGARTO
POR GLORIA DE LOS ANGELES BENNETTS CARLOCK
El Cuento "El Viajero, El Ahuehuete & El Viejo Lagarto" fue publicada en la Revista Literaria "Cronopio" Edición No. 81, en 2018. La cual está bajo la dirección de Juan Manuel Zuluaga Robledo y es creada en el país de Colombia.
No olvides que puedes encontrar este relato en el siguiente link:
http://www.revistacronopio.com/?p=22932&fbclid=IwAR0RbUGhqX4YHe7BLTm6Ig_UQG5YmdoTdPkOm3J-G8iKe9D-_A4Sb3tvCPA
EL VIAJERO, EL AHUEHUETE & EL VIEJO LAGARTO
POR GLORIA DE LOS ANGELES BENNETTS CARLOCK
PUBLICADO EN LA REVISTA CRONOPIO
COLOMBIAEl Cuento "El Viajero, El Ahuehuete & El Viejo Lagarto" fue publicada en la Revista Literaria "Cronopio" Edición No. 81, en 2018. La cual está bajo la dirección de Juan Manuel Zuluaga Robledo y es creada en el país de Colombia.
EL VIAJERO, EL AHUEHUETE & EL VIEJO LAGARTO
Antes de que llegará aquel extraño hombre, nadie entendía
el concepto del tiempo, ni siquiera los hombres más sabios de nuestra aldea…
cuando él me pregunto cómo es que sabía la hora de comer, respondí que mi
cuerpo sabía cuándo tenía que alimentarlo así que era trabajo de este avisarme.
Cuando me preguntó cómo sabía cuándo era medio día, le respondí que bastaba con
mirar la sombra de los árboles en los campos de siembra; pero no fue hasta que
preguntó cómo es que sabíamos la hora en que anochecería si el sol no existiera
cuando mi respuesta penetro hasta lo más profundo de su curiosidad; mi
respuesta fue simple… cada vez que el sol
se agota en el cielo el más viejo ahuehuete del bosque silva notas tristes y amargas
para arrullar al sol, aquella estrella que deambula cerca de las nubes, la
misma que es su eterno amor. Es por
ello que el sol jamás dejaría de existir y de ser así toda la naturaleza de
este mundo se marchitaría.
El hombre rió a carcajadas; parecía que todo lo que le
decía a partir de ese momento era un chiste. El extraño hombre vestido de un
negro como la noche, exclamó ¡Cómo puedes
decir esas extrañas cosas!, tú me estás mintiendo o es que tienes una gran
imaginación. Sus preguntas me
impacientaron y mi rostro se tornó enojado; ¡Esta
bien!, no te enfades, solo ayúdame a regresar a mi poblado comento, ¿Sabes quien renta una carroza? Dijo el extraño
hombre; mismo que vestía ropa que nunca antes había visto… ahora mencionaba
palabras aún más raras que la corona que traía sobre su cabeza.
¿Carroza? ¿Qué es una
carroza? Le pregunté, a lo que él me
reveló; una carroza es aquello que te
lleva a un lugar que quieres o necesitas visitar y esta lo bastante alejado
como para ir caminando. No sabía si
el hombre se estaba burlando de mí, pues en el bosque en el que había nacido,
no existía nada parecido a una carroza, así que lo único que le dije fue: Ninguna persona que viva en la cercanía del
bosque de los silbidos conoce o ha viajado en “carroza”, porque cuando queremos llegar a un lugar por más
alejado que esté lo hacemos a pie.
El hombre eliminó la sonrisa de su rostro, dibujando en
ella una cara de preocupación, ¡Eso no
puede ser posible! grito, despertando a centenares de mariposas de color
neón. Enseguida su mirada se perdió en el carmesí, el ámbar aguamarina y el
índigo… Esas mariposas tienen un color profuso,
exclamó.
La noche había caído y era demasiado tarde para caminar
hasta mi aldea, así que decidí llevar al hombre al único lugar donde podrían
responder a sus tantas preguntas, así que deje que el silbido del ahuehuete nos
guiará hasta su tronco; cuando empecé a comunicarme con el viejo árbol, el
hombre se quedó impresionado… y cuando percibo la voz grave del ahuehuete, cayó
de espaldas en las prolongadas raíces, que enseguida temblaban de la risa
debajo de él.
El viejo ahuehuete era tan sabio como me habían dicho mis
antecesores; al solo ver al extraño supo que era un viajero de extrañas
costumbres. Así que se apresuró a responder al viajero aun sin que este pudiera
preguntar; a lo cual expresó sus fuertes palabras: ¿Qué haces aquí pequeño viajero?, estás muy lejos de tu hogar… o quizás
quise decir a mucho tiempo de llegar a tu casa, debes irte antes de que mi delicada estrella despierte y alumbre las
sombras oscuras de la fría noche, de
no ser así tendrás que esperar hasta el próximo solsticio. A lo que el hombre respondió, ¡no quiero quedarme en este lugar, tengo
muchas cosas que hacer, muchos mensajes que entregar, mucho trabajo que
realizar, no tengo tiempo para descansar!
Cuando supe que el hombre era un mensajero me emocione, ¿cuéntame de esos mensajes? hombre extraño,
enseguida exclame. El hombre me miró y dijo; si yo hiciera eso estaría violando las reglas, no puedo abrir las
cartas, solo tengo permiso de entregarlas a quien se las mandan.
No podía creer lo que decía, pues yo era la mensajera de
mi tribu, ya que tenía los pies más veloces, la voz más agraciada y la memoria
más ágil; aun así jamás había escuchado la palabra “carta”, al preguntar sobre ello,
el extraño hombre que ahora era un viajero de lejanas tierras y mensajero de
cartas, respondió: Una carta es un papel
que contiene escrito algo que se quiere informar a otra persona.
El viejo ahuehuete enseguida le dijo que pronunciara los
nombres de todas las personas a las que les debía entregar aquellas cartas, así
que comenzó a leer y entre tantos nombres el sabio árbol reconoció “Bea”. ¡Por supuesto! exclamó.
El gran ahuehuete le dijo al viajero que tenía que entregar
esa carta a su amigo Bea y que solo
haciendo eso, podría regresar automáticamente a su hogar; así que lleve al
viajero hacia los manglares, donde vivía Bea;
cuando llegamos al pantano, salió un enorme lagarto. ¿Qué es lo que necesitan? preguntó con una estruendosa voz; a lo cual
respondimos intimidados… solo veníamos a
entregar un mensaje a Bea, el amigo
del viejo y gran ahuehuete. Enseguida el impresionante lagarto respondió: Entonces entréguenlo, que yo soy aquel que
buscan.
El hombre sacó la carta de una pequeña bolsa y empezó a
leer “Hola mi querido Bea, lamento haberte
hecho esperar tanto, aunque para ti eso no es problema, tengo que decirte
muchas cosas… pero las palabras me llevarían toda una vida, eso mi gran amigo
para ti no sería un inconveniente pues tú eres eterno. El mundo en que ahora
vivo me tiene pensando mucho, pues todos corren de lado a lado, nadie tiene un
momento de tranquilidad, parece que quieren imitar a las extrañas máquinas de
metal de las cuales te conté en la carta anterior, dime querido amigo ¿qué debo
decirles a estas personas?
El lagarto replicó,
querido viajero ahora debes llevar mi mensaje hasta el lugar donde vienes… dile
a mi amigo más querido que; el tiempo que la juventud nos da es tan solo el
necesario, que la vida es tan hermosa como para pasarla intranquilo por lo que
hagan o no hagan los demás; pues hacer cambiar el pensamiento de otro equivale
a colocar cada gota de mar en el pico de un colibrí, así como preocuparse es
igual a dejarte atornillar las patas de un
elefante a nuestras espaldas. Cuando el viejo lagarto terminó de
hablar y antes de que pudiera verlo a los ojos, la figura del viajero se fusionó
con la niebla del pantano.
Para el mensajero fue el primer día en que todos sus
paradigmas cambiarían. Pero para mí, fue aquel día en que me di cuenta que
jamás despertaría; pues… solo las almas errantes pueden ayudar a los extraños
viajeros del otro lado del espejo a salir con vida del enorme bosque de los
silbidos.
http://www.revistacronopio.com/?p=22932&fbclid=IwAR0RbUGhqX4YHe7BLTm6Ig_UQG5YmdoTdPkOm3J-G8iKe9D-_A4Sb3tvCPA
Más sobre Angy Bennetts Carlock
¿Cómo citar el contenido de este blog?
Bennetts, G.A. (04 de Noviembre de 2018) El Viajero, El Ahuehuete & El Viejo Lagarto. [Mensaje Blog]. El Blog de Angy Bennetts Carlock. Recuperado de https://angybennettscarlock.blogspot.com/2018/11/el-viajero-el-ahuehuete-el-viejo-lagarto.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario