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EL MURO DE ROSAS
CALI COLOMBIA
EL MURO DE ROSAS
POR GLORIA DE LOS ANGELES BENNETTS CARLOCK
PUBLICADO EN LA REVISTA DIGITAL "FRAGMENTO"CALI COLOMBIA
El cuento "El Muro de Rosas" fue publicado por la Revista de Arte Fragmento, Año 1, No.5, de Cali Colombia, en Abril de 2018. Pueden encontrar el cuento corto de género fantasía de la página 13 a la 15.
Puedes leer el cuento desde la Revista en el siguiente link: https://view.joomag.com/revista-de-art…/M0426118001523659123
La cual recomiendo ampliamente, pues contiene un trabajo literario, fotográfico y artístico muy enriquecedor en cada uno de sus números.
Así que no se pierdan el número completo...
EL MURO DE ROSAS
En un amanecer helado, una
princesa hermosa se encontraba observando, miraba su libertad coartada por un
gran muro de espinas, en él que escandalosas rosas rojas se burlaban de ella
por su indefinido encarcelamiento. Su mayor anhelo era poder salir de aquel
lugar. Días y noches era eso en lo único que ella pasaba, deseaba que el camino truncado, se abriera y la llevara
directo a la felicidad. Por más extraño que parezca el enorme y hermoso
castillo hecho de oro, plata y cantera verde
no lograban retener su espíritu insaciable de afecto y emoción.
Pocas veces el castillo abría sus puertas al jardín de los silbidos, en esos momentos la princesa salía corriendo de felicidad a platicar con los pocos árboles que aún tenían vida. Los árboles silbaban melodías y el viento era el que se encargaba de llevárselos; cuando la princesa los miraba de frente, se daba cuenta que tenían un rostro triste que se revelaba marcado en sus troncos; al darse cuenta que eran observados enseguida fingían sonrisas, secando sus lágrimas con hojas teñidas de otoño, mismas que colgaban de sus extenuadas ramas.
Pocas veces el castillo abría sus puertas al jardín de los silbidos, en esos momentos la princesa salía corriendo de felicidad a platicar con los pocos árboles que aún tenían vida. Los árboles silbaban melodías y el viento era el que se encargaba de llevárselos; cuando la princesa los miraba de frente, se daba cuenta que tenían un rostro triste que se revelaba marcado en sus troncos; al darse cuenta que eran observados enseguida fingían sonrisas, secando sus lágrimas con hojas teñidas de otoño, mismas que colgaban de sus extenuadas ramas.
La princesa emprendió una caminata y su curiosidad la
aproximo a una fuente; Increíble fue su descubrimiento al intentar ver su
rostro, hacía bastante tiempo de no verse, las pocas facciones que
distinguió no eran nada parecidas a como
ella se recordaba. Sin explicación alguna, extrañas mariposas brillantes
salieron de los árboles alumbrando el tenebroso camino que aún le faltaba por recorrer.
La noche se hizo larga y el cielo estrellado se nublo a
tal dimensión que todo punto brillante estaba sepultado. Las mariposas fueron
muriendo una tras otra, quedando un ambiente profundamente negro como un
agujero sin fin; en ese instante la princesa completamente ciega y con la única
luz que la esperanza le daba siguió adelante.
Su vestido a base de tela de seda con terciopelo y finos bordados multicolores la hacían lucir tan bella, a no ser por sus ojos caídos que hablaban de tristeza. De pronto un extraño fenómeno apareció para iluminar su destino, un arcoíris neón alumbró nuevamente su camino y frente a ella mostró el muro de rosas. Nunca había estado tan cerca, así que asomó su vista intentando ver al otro lado, cuando se percató de una pequeña salida sus ojos se abrieron de alegría y su corazón palpitó con osadía; aproximo sus suaves manos, pero antes de que estos tocaran el viento de la libertad, un hombre asomó la vista haciendo que la princesa retrocediera de forma inmediata.
El hombre sin pensar en nada, metió su brazo para tocar los labios resecos color carmesí de la princesa. El muro de rosas que estaba hecho de espinas filosas, cortaron la carne de su brazo y la sangre que escurría formó capullos. La insistencia del desconocido para acercarse, logro asustarla tanto como para correr despavorida de regreso al castillo.
Enseguida reconoció el sonido de una cascada, sin pensar entro para esconderse, la noche se hacía de madrugada y el desconocido caminaba acercándose al escondite, aquel había tenido que pasar a través del muro de espinas, así que se encontraba totalmente lastimado y derramando incansables gotas de sangre. En las profundidades de la cascada, podía verse como nacían rosas rojas, mismas que se enlazaban y salían a flote de la profunda oscuridad azul turquesa.
Repentinamente el hombre escuchó un sonido y corrió hacia él, pero no eran más que los árboles quienes lo llamaban desde la lejanía, tratando de apartarlo. Cuando las pisadas descalzas del extraño no hacían eco, la princesa salió de su escondite silenciosamente.
Cada vez que la princesa pretendía descansar, el olor
perfumado de la sangre que brotaba del extraño se hacía llegar. Al notar que se
encontraba totalmente perdida, la princesa decidió despertar a un colibrí;
aquella diminuta ave le explico que cualquier duda que tuviera sobre el jardín
de los silbidos podía ser contestada por
el gran ahuehuete, así que decidió ir hasta él.
La princesa inmutada al ver aquel enorme árbol, no hizo
más que rodear el tronco, a lo cual el gran ahuehuete exclamó ¡para! que tus
pisadas me han mareado, ¿Qué quieres doncella de piel color cacao?, impresionada por el diámetro y altura de
aquella maravilla de la naturaleza, respondió ¡libertad!; el ahuehuete rio de
ella y al hacerlo su copa desprendió enormes hojas y como si fueran plumas
sobrevolaron en gran parte del jardín, al mirar hacia las alturas la princesa notó que el color del cielo era naranja con manchas violetas.
El sabio árbol le señaló la piedra puntiaguda que colgaba de su cuello,
al parecer un ópalo arlequín era la llave, el ahuehuete pronunció, tienes que
sumergir en las entrañas de aquel hombre está afilada piedra, no será hasta ese
momento que las espinas filosas caigan y las rosas mueran.
La princesa corrió con gran velocidad hacia el muro sin
importarle nada, al llegar ahí, gritó para atraer al extraño, el cual acudió a
su llamado sin saber de sus crueles
intenciones. La bella mujer, avanzó hacia sus brazos y sin pensarlo dos veces
incrusto en su corazón el afilado ópalo, la sangre que destilaba de su corazón
enseguida se transformaba en pétalos. En
ese instante la princesa recordó su vida antes del encierro, de forma
turbulenta un millar de recuerdos se presentaron ante ella, ese hombre no era
un extraño era su verdadero amor.
En
el jardín de los silbidos existía una leyenda, aquel enamorado que pretenda
cumplir los deseos de su amada tendrá que postrarse ante el viejo ahuehuete y
pedirle aquello que volviera feliz a su pareja, solo bastaría dar algo a cambio
para que lo hiciera realidad.
Un campesino que había nacido en una humilde familia al
igual que su amada, realizó un trato, un
hermoso lugar en el cual su amada viviera con opulencia a costa de su sangre, de ahora en adelante
cada gota que saliera de él se convertiría en una hermosa rosa roja.
Hombres de poblados lejanos empezaron una guerra para
tratar de obtener aquel hermoso lugar, así que el campesino se convirtió en un
guerrero feroz, días y noches lucho y de su fatídico dolor brotaron a gran
proporción capullos que fueron formando un muro de rosas. La campesina ahora una princesa fue perdiendo la memoria, el guerrero quedó al otro lado del muro esperando el día para estar con su amada. Ni el más
profundo charco de sangre le quitaba la vida y por cada rosa que de este nacía
el perdía la capacidad de expresarse.
Aquel bello monumento en forma de castillo empezó a
desplomarse en el dorado amanecer, el cuerpo de su amado yacía convertido en
una rosa con afiladas espinas sobre una
cama de pétalos y aquel muro de rosas no era más que un olor perfumado en el
aire del jardín de los silbidos. La doncella levantó la rosa y la colocó en su
trenzada cabellera, camino hacia su libertad sin aquello que un día la ató y
sin aquel que sin dudar dio todo por verla feliz; en las profundidades del
aquel infinito jardín el viejo ahuehuete chiflaba una melodía melancólica, pues
dentro de su tronco, aún habitaba el alma de un noble que dio su eternidad
convertida en raíces para que su amada brillara en el cielo alumbrando a todo
su pueblo, pero esa… es otra historia.
Puedes leer el cuento desde la Revista en el siguiente link: https://view.joomag.com/revista-de-art…/M0426118001523659123
La cual recomiendo ampliamente, pues contiene un trabajo literario, fotográfico y artístico muy enriquecedor en cada uno de sus números.
Así que no se pierdan el número completo...
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¿Cómo citar el contenido de este blog?
Bennetts,G.A. (27 de Abril de 2018) El Muro de Rosas. [Mensaje Blog]. El Blog de Angy Bennetts Carlock. Recuperado de https://angybennettscarlock.blogspot.mx/2018/04/el-muro-de-rosas.html
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